Siento que debo culpar a alguien, pero no sé a quien.
Miro hacia la ventana y no hago más que envidiar a los pajarillos que revolotean en las ramas del árbol que tengo frente a mi. Quisiera volar, pero no puedo.
Empiezo a escribir porque es lo que medianamente sé hacer, eso lo digo yo, nadamás. Por que por otro lado los oficinistas, los que me han entrevistado dicen que no puedo hacer muchas cosas, que no sirvo de mucho, que no están dispuestos a tomar riesgos conmigo. Váyanse al carajo. Eso es lo que me hubiera gustado responderles a las dos últimas personas que me dijeron que habían optado por contratar otra persona pero no, acallé mis verdaderos sentimientos y les respondí agradeciéndoles por su ayuda, que evidentemente en este momento no es mucha pero que en algún momento mínimamnte existió.
Y ahora qué? Diana le pregunta a Diana, no hay respuesta. Una parte de Diana está tranquila, la otra también pero extrañamente desea sentirse preocupada, anhela la desesperación y la desilusión, añora la presencia del enojo y parece que es la parte que va ganando.
Para qué quiero trabajar? Para qué quiero venderle mi tiempo a una compañía? Para qué quiero encerrarme en una oficina ocho horas diarias sin ver la luz del sol frente a un monitor resolviendo errores de otros y cometiendo los propios? Por dinero, es obvio.
Y para qué quiero dinero? qué hay que el dinero solo pueda dar?
Casa, auto, entretenimiento guardado en cajas diminutas de plástico, placeres fugaces, café en vasitos de plástico con el logotipo de una sirena grabado, ropa que parece estar desgastada pero que no lo está y que por lo tanto es cool porque no es que tenga ropa vieja si no que compro ropa que parece vieja.
Esto que vivo se ha convertido en una agonía porque la única cosa que medianamente sé hacer no florece, está adentro, como ahora, es un tumor enorme y pesa y siento que no me deja escribir, que no me deja estirarme para alcanzar las ideas y las palabras. Alguna vez leí que aquel que escribe por dinero de principio ya estaba perdido y yo no quiero ser así pero si por cada texto que escribiera pudiera recibir un salario mínimo, no me quejaría.
Los padres opinan, los amigos opinan, la gente opina, todos opinan y te juzgan por qué tan alto tienen que levantar su cabeza para ver tu cara o es mentira? alguien que porfavor me lo diga.
Oh inspiración, a donde te has ido? es cierto que ya no vas a regresar? es cierto que te tendré que olvidar? Mis sueños en donde están?
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